BUENOS AIRES.- El asesinato de Claudia Schaefer fue un femicidio "de manual" y a sangre a fría. Así lo sostuvieron las fiscales Carolina Carballido Calatayud y Laura Zyseskind en los alegatos de clausura del juicio oral y público contra Fernando Farré, esposo de la víctima y acusado del crimen.
El acusado atacó a su esposa el 21 de agosto de 2015, en el country Martindale, del partido bonaerense de Pilar.
"Farré decidió matar a su mujer y lo decidió sin un grado de piedad y de la forma más cruel -sostuvo Carballido Calatayud en el inicio de su alegato-, con plena conciencia de lo que hacía, desde hacerse de los cuchillos hasta terminar de degollar a esta mujer", dijeron.
Carballido Catalayud y Laura Zyseskind pidieron al jurado que no vote a favor de la inimputabilidad del acusado, estrategia a la que apunta la defensa encabezada por el abogado Adrián Tenca.
"Les pedimos que no voten por la inimputabilidad, este señor no puede ser declarado no culpable porque sabía lo que hacía", expresó la fiscal Zyseskind al alegar ante el titular del Tribunal Oral Criminal 2 de San Isidro, Esteban Andrejín, y los 12 miembros del jurado, que fueron seguidos con la mirada por Farré, presente en la sala de audiencias.
"Durante el juicio -agregó la fiscal Carballido- se probó que la relación se daba en el marco de violencia de género, donde había violencia física, psicológica, verbal y económica. Todos nuestros testigos coincidieron en que Claudia era una sometida". Y agregó: "Farré no sólo era violento con su mujer sino en todos los ámbitos de su vida".
Según Carballido, los documentos de los tres hijos de la pareja, que estaban en poder de Farré, fueron el "anzuelo" para llevar a Schaefer al vestidor donde fue atacada a puñaladas hasta la muerte. "Claudia fue con su abogado por precaución pero Farré le terminó dando lo que él quiso: asesinarla, es un femicidio de manual y a sangre fría", concluyó.
Para Zyseskind, "Farré estuvo preparando el lugar y tuvo tiempo para premeditar el crimen" y sobre los supuestos traumas que le generaba haber perdido el trabajo y tener un hijo autista, expresó: "Nadie mata a nadie por perder el trabajo o por tener un hijo con discapacidad. Esos traumas no justifican ocho golpes, 66 puñaladas, este horrible crimen".
Farré llegó a juicio acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio, que prevé una pena de prisión perpetua, a la que podrá ser condenado si el jurado así lo vota de forma unánime. Tras el alegato de la fiscalía, comenzó el de la querella que representa a la familia Schaefer, a cargo del abogado Jorge Sandro.